Los cuerpos enterrados aquí por alguna misteriosa razón se han convertido en momias naturales.
Mientras que los antiguos egipcios tuvieron que pasar siglos investigando y desarrollando técnicas de momificación, en un cementerio en el pequeño pueblo de San Bernardo, Colombia, de alguna manera extraña, los cadáveres volvieron a petrificarse naturalmente después de un período de descanso. Muchos científicos han venido a San Bernardo para estudiar el fenómeno de la conversión de cadáveres en piedra.
Este extraño fenómeno empezó a ser notado por un sepulturero llamado Eduardo Cifuentes hace 15 años. Mientras renovaba tumbas olvidadas, el Sr. Cifuentes se dio cuenta de algo especial acerca de este lugar de enterramiento. Según la descripción del señor Cifuentes, las ropas y la piel de los cadáveres adquirieron un color marrón. Además, la piel de los cadáveres luce pálida y arrugada debido al efecto del tiempo.
La mayoría de los cuerpos fueron enterrados a finales de la década de 1950.
A pesar de estudiar durante mucho tiempo, los científicos no han podido dar la explicación más satisfactoria a este extraño fenómeno. Se sabe que en el pasado en el pueblo de Guanajuato, México, los cadáveres también podían petrificarse espontáneamente debido a las condiciones del suelo y al gas subterráneo. Pero esta suposición no puede aplicarse para explicar San Bernardo. Porque aquí todos los cadáveres se colocan en ataúdes, que yacen sobre la tumba según los rituales locales. Por tanto, los cadáveres no están en contacto con el suelo.
Se seca y se vuelve piedra después de un tiempo.
Los lugareños han dado algunas explicaciones como por fuentes de agua, falta de químicos, condiciones de temperatura del suelo o por la costumbre de comer dos frutas típicas de la región, guatila y balu.
Hoy en día, las momias se conservan y exhiben en museos. Si bien esto puede impulsar la economía de la ciudad, algunos residentes todavía se sienten insatisfechos con este tipo de negocio.