Farid Mansurov, vecino de Bakú, cerca de la ciudad, ha creado un refugio para perros, pero no para un perro cualquiera, sino para aquellos con discapacidad o heridos. A tal efecto dedicó su casa de campo, que tiene una superficie de 20 hectáreas.
Además de perros visiblemente heridos o enfermos, el refugio también alberga perros con heridas “internas”, traumas psicológicos profundos. Por ejemplo, hay dos pastores alemanes que Farid simplemente compró a su antiguo dueño. Estos perros vivían en pésimas condiciones y estaban atados a cadenas cortas que no medían más de medio metro.
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Cualquier persona que lo desee puede adoptar un perro del refugio y llevárselo a casa. La única condición es que cuides bien a tu nuevo amigo y lo ames.
