Es difícil aceptar que alguien pueda ser tan desalmado y abandonar a cachorros enfermos sin sentir el más mínimo arrepentimiento.
Sin embargo, lamentablemente se ha convertido en algo común.
Tres pequeños cachorros se sintieron asustados y miserables después de que personas sin corazón los arrojaron a la basura en las calles de Memphis.
Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras los veían desaparecer en la distancia.
Con frío y hambre, los hermanos juntaron fuerzas y empezaron a gritar pidiendo ayuda. Esperaban que alguien los escuchara y los llevara a un lugar seguro y cálido.
¿Alguien ayudará a estos pequeños bebés inocentes?
Los cachorros pusieron cara de valientes a pesar de estar en una situación difícil. Intentaron consolarse entre ellos lo mejor que pudieron.
Cuando vieron a una mujer llamada Danielle acercarse a los contenedores, sus corazones brillaron de esperanza. Se quejaron y la miraron con una expresión triste en sus rostros , suplicándole que los ayudara.
Danielle se sintió desconsolada al ver a los cachorros desesperados y el horrible estado en el que se encontraban. Sufrían de sarna y sus cuerpos desnutridos estaban cubiertos de áreas de piel doloridas.
La amable mujer recogió a los bebés de la basura y los llevó a casa, prometiendo ayudarlos.
Aunque pasaron por mucho, los cachorros suspiraron aliviados porque fueron rescatados.
Danielle se puso en contacto con Tails Of Hope Dog Rescue, un refugio de Memphis, Tennessee, y ellos se hicieron cargo de los cachorros.
Los pequeños peludos fueron llevados al veterinario, donde les realizaron un examen médico completo, les administraron antibióticos y les dieron un baño medicinal.
Desde el principio, los hermanos mostraron un espíritu de lucha y el personal los bautizó con el nombre de los medallistas de oro: Kobe Bryant, Michael Phelps y Simone Biles.
De los tres hermanos, Kobe era el más débil. Se mudó con su familia de acogida médica.
El cachorro respiraba con dificultad y se negaba a comer. Sus padres adoptivos lo alimentaron con una jeringa. Estaban muy preocupados por él y esperaban que sobreviviera.
Desafortunadamente, al cachorro también le diagnosticaron raquitismo, una enfermedad rara que causa deformaciones en los huesos.
A pesar de su terrible condición, Kobe movió su cola, demostrando a sus amigos humanos que no se rendiría.
El pequeño cachorro demostró que era un verdadero luchador. Pronto, su respiración dificultosa comenzó a mejorar y salió adelante.
Phelps y Simone comenzaron su tratamiento contra la sarna en su hogar de acogida, pero afortunadamente no tuvieron problemas mayores.
Kobe siguió recuperándose. Aún tenía un par de heridas abiertas que los veterinarios vigilaron.
Sus maravillosos padres adoptivos le dieron a Kobe un montón de amor y el dulce cachorro correspondió. Solo quería estar con ellos y llenarlos de besos.
El cachorro estaba bien. Poco a poco, su piel se curó muy bien y comenzaron a crecerle nuevamente mechones de pelo.
Debido al raquitismo, se tambaleaba al caminar, pero no perdía la esperanza de que sus piernas sanaran algún día.
Kobe comenzó a usar férulas para poder estirar las piernas.
Con la nutrición, los suplementos y el cuidado adecuados, se esperaba que se recuperara por completo.
Con el paso del tiempo, Kobe adquirió más energía. Comenzó a comer solo y a jugar con juguetes. Sus padres adoptivos estaban encantados. Kobe demostró su entusiasmo por la vida.
Phelps y Simone se recuperaron completamente y comenzaron a buscar un lugar al que llamar hogar.
Simone no tardó mucho en encontrar la felicidad. Conquistó el corazón de una maravillosa familia que la adoptó.
La adorable cachorrita está encantada con su nueva vida. Se convirtió en perra de terapia en la escuela secundaria de la Universidad de Memphis. Sus padres la adoran.
Phelps está ansioso por comenzar una nueva vida con su familia definitiva. Es un alma gentil a quien le encanta acurrucarse y tomar siestas.
Le gusta jugar con gatos y perros en su hogar de acogida y también es genial con los niños.
Kobe se recuperó por completo y se transformó en un hermoso cachorro. Ahora está buscando una gran familia que le dé un hogar permanente y mucho amor.
El cachorro pasó por muchas dificultades y luchó como un verdadero campeón, mostrando una fuerte voluntad de vivir.
Espero sinceramente que ambos hermanos obtengan pronto su final feliz al igual que su hermana Simone.
Si estás pensando en acoger en tu hogar a cachorros cariñosos y dulces, considera a Kobe y Phelps y dales una oportunidad.